7 de febrero: Beato Pío IX y su relación con Ecuador

Hoy 7 de febrero la Iglesia recuerda al Beato Pontífice Pío IX, patrón de nuestro movimiento. Para entender su relevancia en nuestros días, hay que entender antes la devastación que el racionalismo y el modernismo significaron en la sociedad europea y americana, en todo el curso del siglo XIX.

Pontífice entre 1846 y 1878, ha sido el que más tiempo ha permanecido en el papado después del propio san Pedro, debiendo sufrir durante sus 31 años de reinado varias de las más feroces persecuciones en contra de la Iglesia Católica, a manos del liberalismo ateo que supo mostrar su rostro más violento.

 

En aquel tiempo, la movilización entre América y Europa era una travesía de varios meses, lo que hacía de los viajes de pontífices fuera del viejo continente (incluso fuera de Italia) un hecho improbable, cuando no imposible. Ello, sin embargo, no impidió que Ecuador sea merecedor de varias muestras de afecto y paternal cariño por parte del Beato Pío IX, sobre todo por los méritos de uno de los hijos predilectos de la nación ecuatoriana: don Gabriel García Moreno.

"Los Romanos Pontífices, Nuestros predecesores, a no dudarlo, y singularmente Pío IX de santísima recordación, demostraron con grandes y muchos argumentos su afecto hacia el pueblo ecuatoriano."

S.S. SAN PÍO X, Consistorio Romano del 27 de marzo de 1905

El Beato Pío IX y Ecuador

 

Si bien el Pontífice y el Presidente compartieron de forma plena la lucha contra la revolución en su vertiente liberal, la relación de don García Moreno respecto al beato Pío IX (y con ella entre la Ecuador y la Santa Sede), trascendieron a los niveles más elevados de respeto y amor filial que se podrían esperar de un gobernante civil. Podríamos decir, un modelo de relaciones Estado-Iglesia para la era republicana.

 

Así, fue mientras coincidieron el pontificado del Beato Pio IX y la presidencia de Gabriel García Moreno, cuando ocurrieron varios de los más grandes honores que cupieron a Ecuador como país católico. Entre ellos, sin duda, especial ponderación merece la consagración de la República Ecuatoriana la Sagrado Corazón de Jesús (1873-1874), proyecto que contó con la especial bendición de pontífice Pío IX y convirtió a Ecuador en el país del Sagrado Corazón de Jesús.

 

Años antes, en 1862 y también por iniciativa de don Gabriel García Moreno, el Ecuador celebra con la Santa Sede el Concordato en el cual daba plena libertad a la Iglesia Católica para su labor pastoral, así como plenos poderes para velar por la esfera espiritual del pueblo ecuatoriano.

 

El reconocimiento y justicia hecho por el gobierno Garciano en favor de la Iglesia Católica, no fue menos que un aliento de esperanza para Pío IX, quien en Europa, por su parte, sufría la persecución del liberalismo italiano encabezado por Garibaldi, así como del militarismo prusiano-protestante de Bismark, que comenzaron a hacer del Vaticano la prisión donde el último Papa Rey habría de terminar sus días.

 

Pío IX, que habría de gobernar la Iglesia todavía por algo más de dos años después del martirio de García Moreno, lloraría la partida de aquel varón católico que fue el único que hizo oír su voz de protesta por la invasión de los Estados Pontificios, por los excesos del liberalismo ateo en Europa y en favor del respeto al poder temporal del papa. Dirigiéndose el Pontífice a un grupo de peregrinos franceses respecto al martirio de don Gabriel García Moreno, mencionó:

 

"En medio de esos gobiernos entregados al delirio de la impiedad, la República del Ecuador se distinguía milagrosamente de todas las demás, por su espíritu de justicia y por la inquebrantable fe de su Presidente que siempre se mostró hijo sumiso de la Iglesia, lleno de amor a la Santa Sede y de celo por mantener en el seno de la república la religión y la piedad."

Monumento de García Moreno levantado en el Colegio Pío Latino Americano
Monumento de García Moreno levantado en el Colegio Pío Latino Americano

No en vano, el Beato Pío IX decidió homenajear la memoria de don Gabriel García Moreno, apoyando y financiando el levantamiento de un monumento al presidente mártir. Aquel honor extraordinario (ser homenajeado por el mismo Vicario de Cristo en la tierra), le cupo a García Moreno por los servicios que prestó a la Patria y sobre todo a la Iglesia. En la inscripción del monumento, instalado dentro del Colegio Pío Latino-Americano y que hasta hoy se puede encontrar en Roma, se lee la siguiente inscripción:

 

GABRIEL GARCÍA MORENO

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR,

CON IMPÍA MANO

MUERTO POR TRAICIÓN

EL DÍA 6 DE AGOSTO DE 1875

CUYA VIRTUD

Y CAUSA DE SU GLORIOSA MUERTE

HAN ADMIRADO, CELEBRADO Y LAMENTADO

TODOS LOS BUENOS.

EL SOBERANO PONTÍFICE PÍO IX

CON SU MUNIFICIENCIA

Y LAS OFRENDAS DE NUMEROSOS CATÓLICOS,

HA ELEVADO ESTE MONUMENTO

AL DEFENSOR DE LA IGLESIA Y DE LA REPÚBLICA


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