«Los Comunistas le tienen miedo a Nuestra Señora de Fátima»

Cardenal Joseph Zen Ze-kiun
Cardenal Joseph Zen Ze-kiun

El retirado obispo de Hong Kong, cardenal Joseph Zen Ze-kiun, visitó en mayo, mes de María, el santuario alemán mariano de Kevelaer. Ahí concedió una entrevista al P. Berthold Pelster (Aid to the Church in Need) sobre sus impresiones respecto al Comunismo Chino y el papel de Nuestra Señora de Fátima y María Auxiliadora dentro del Gigante Asiático. 

 

A continuación ofrecemos la transcripción de la interesante entrevista.

 

Durante las últimas cuatro décadas, la República Popular China ha sufrido un enorme cambio social. El país ha crecido prodigiosamente hasta convertirse en una potencia mundial económica y tecnológica. ¿Qué papel desempeña actualmente la ideología comunista en este proceso?

 

Cardenal Zen: Los gobernantes en China nunca tomaron muy en serio la ideología comunista. Más bien, el comunismo chino es una forma de imperialismo desenfrenado. La corrupción exagerada dentro del partido así lo atestigua. Todo se trata de poder. La obediencia absoluta al liderazgo estatal es lo único que cuenta. Y junto con la apertura del sector económico y la riqueza cada vez mayor, todo esto está empeorando. La riqueza alimenta la corrupción a niveles cada vez mayores.

 

Los observadores políticos afirman que la situación de los derechos humanos se ha deteriorado con el actual presidente, Xi Jinping. ¿Qué observaciones realizaría Ud.?

 

Cardenal Zen: En un principio, tenía mucha esperanza ya que el presidente tomó medidas contra la corrupción en el gobierno y en la sociedad. Pero muy pronto se volvió evidente que él también sólo estaba interesado en el poder. Las personas que luchan por los derechos humanos son reprimidas, perseguidas, humilladas y condenadas en juicios de propaganda supervisados por su gobierno.

 

¿Puede decirnos algo sobre el estado actual de las negociaciones entre la dirección política de China y la Santa Sede?

 

Cardenal Zen: Por desgracia, exteriormente poco se sabe respecto de estas conversaciones. Todavía hay muchos otros problemas, tomando en cuenta que las conversaciones todavía tomarán mucho tiempo. En mi opinión, la dirección estatal no aceptará otro resultado que la cometimiento de la Iglesia a la dirección del Partido Comunista. Los obispos de la Iglesia clandestina, por ejemplo, se vieron obligados a asistir a cursos de formación política durante la Semana Santa, por lo cual no pudieron celebrar santos Oficios a los fieles. El Papa Benedicto XVI trató respecto de la reconciliación en su carta a los católicos en China en 2007; para él, esto en gran medida significaba la reconciliación espiritual. ¡Pero aún queda mucho por hacer!

 

Eso suena muy pesimista. ¿Qué espera que le suceda al cristianismo en China?

 

Cardenal Zen: Todo depende de que logremos vivir nuestra fe auténticamente, sin hacer componendas. Hay cristianos en China que valientemente abogan por una sociedad mejor. Sin embargo, ¡muchos de ellos están en prisión! Si el comunismo cayera un día, entonces los católicos deberían estar entre los primeros en construir una nueva China. Sin embargo, eso sólo funcionaría si los católicos no han perdido su credibilidad de antemano haciendo componendas vagas con el liderazgo comunista.

 

Este mes de mayo marca el centenario de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima. Los mensajes de Nuestra Señora advierten sobre la ideología atea del comunismo. ¿Están los católicos de China conscientes de estos mensajes?

 

Cardenal Zen: ¡Por supuesto! Todos hemos escuchado de los mensajes de Fátima en China. ¡Incluso los comunistas! Están muy preocupados con eso. ¡Los comunistas tienen miedo a Nuestra Señora de Fátima! Y este miedo se está volviendo insensato: por ejemplo, los comunistas no tienen nada en contra de introducir al país imágenes de María Inmaculada o representaciones de la imagen milagrosa de “María Auxiliadora” en China.

Las fotos de “Nuestra Señora de Fátima”, por el contrario, están prohibidas. Las autoridades consideran que los acontecimientos en Fátima son “anticomunistas”. Eso es, por supuesto, ¡nada más que la verdad!

 

La veneración de María bajo la advocación de “Auxiliadora” también tiene un significado especial para China: en su día de fiesta, 24 de mayo, la Iglesia Católica celebra una jornada de oración mundial para la Iglesia en China, que el Papa Benedicto XVI inició en 2007. ¿Cuál es el significado de esta Jornada de oración?

 

Cardenal Zen: La veneración de Nuestra Señora bajo la advocación de “Auxiliadora” está profundamente arraigada en toda China y lo ha sido durante mucho tiempo. Este título no sólo se refiere a la ayuda para los creyentes individualmente, sino también para ayudar a la Iglesia como un todo. El principal peligro en China hoy es el ateísmo materialista. Desafortunadamente, esta Jornada de día de oración -que aplica para la Iglesia Católica en todo el mundo- es muy poco conocida. No se toma lo suficientemente en serio.

 


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